El paisaje

Una de las actividades que más agradan a los alumnos de cualquier colegio es el ir de excursión a algún lugar desconocido. El simple hecho de salir del Centro Escolar supone un grado de motivación extra, que en muchos casos resulta insuperable de otro modo, y la lección que aprenden penetra en sus mentes de forma indeleble. Aunque creo que es posible que el tiempo de las excursiones de fin de curso no tengan el mismo objetivo que cumplían en el pasado ( cuando solo viajaban unos pocos con posibilidades económicas) y los demás se enteraban de que existían otras ciudades por los libros y en estas ocasiones, también pienso que la buena programación de actividades complementarias (dentro del horario lectivo) puede servir como recurso didáctico fundamental para un mayor abundamiento de los contenidos que se tratan en las aulas. Una salida al medio rural puede ser bien aprovechada para disfrutar de la naturaleza y para hacer una descripción del entorno y del paisaje que vemos. Cada niño toma su cuaderno y plasma con sus palabras, la realidad que contempla con sus ojos cargados de ilusión por descubrir nuevas cosas. ¿Simple?, ¡quizás!, pero un comienzo interesante ante la diversidad de puntos de vista que coexisten en nuestra sociedad sobre un mismo ente en cuestión. En nuestro caso, cada niño se halla situado en un plano diferente al del otro y de espectadores distintos resultarán descripciones diferentes. Algunos verán cosas que otros no pueden ver y éstos a su vez, omitirán las que no les gustan, destacando las que más le agradan o por las que tienen mayor apetencia. Lo que pudiera parecer un juego de niños es la definición de lo que a menudo hacemos inconscientemente. Describimos situaciones desde una perspectiva parcial o ciertamente miope , que distorsiona la veracidad de un juicio crítico con rigor, al carecer de datos objetivos en cada caso. Pudiera parecer que existe poca relación entre los temas que hoy presento, pero quisiera recordarles que “paisaje” es sinónimo de panorama ( del griego pan- orama –vista-). Así el panorama que nos toca contemplar en materia política y económica va desde el conflicto palestino-israelí, hasta la convocatoria en las urnas gallegas, vascas y europeas. La descripción catastrofista en tiempo de crisis será bien aprovechada por los que ya hace mucho que no ganan unos comicios (para ellos demasiado tiempo). Alguien conocido dijo desde la desesperación: ” en política no se está para empatar ni para heredar, sino para ganar", y ahora parece ser que da igual que halla elecciones en Galicia; ¿no será más bien que es una pena que exista una Galicia progresista, plural y libre?. La incógnita será saber a quién castigará el partido de la Díez, si al PSOE con los desencantados e hipercríticos de la izquierda, o si al PP con los enfadados con su líder desde años ha. Según sea creíble la descripción del panorama actual, los indecisos y los emigrantes, entre otros, serán los que otorguen la llave del poder en Galicia a uno u otro. Con todo, no hay peores ojos que los que no quieren ver, y dejar a un lado cuatro años de gestión para que vengan otros a apuntar-se el tanto de los éxitos, solo está en mano de los gallegos, que por fortuna, cada vez conocen mejor que existen otras opciones de gobierno diferentes a las de 16 años de “fragadas”.