No tenía en mente hacer mención alguna, al menos en algún tiempo, al panorama político con el que nos toca convivir, si embargo, y sin que sirva de precedente de otros artículos posteriores (en los que practicaré sana profilaxis), me veo en la obligación de atender a la 'sorpresa esperada' del anuncio de la convocatoria electoral en nuestra comunidad gallega. Dentro del proceso democrático siempre surgen diferentes variables en las que los diferentes partidos tratan de sacar un valioso puñado de votos, que en muchos casos son claramente definitivos a la hora del temido escrutinio final. Las campañas electorales se nutren de un sinfín de mítines en los que los candidatos se ven arropados por sus líderes más representativos en cada caso. Con todo, estos comicios son claramente diferentes, según mi modesta opinión. Durante los meses en los que los unos y otros han gobernado, los ciudadanos han dado más tumbos que nunca, a la espera de que llegase la mano salvadora que atendi...