A SALTO DE MATA

No me lo puedo creer. Cuando llegaron a formar el gobierno local con el PSOE, con los pocos concejales que les dio la ciudadanía, pedían el mundo entero y si fuere posible, algo más. Luego crearon una Tenencia de Alcaldía tan grande, que cualquiera de los ciudadanos de a pie no sabíamos con exactitud si con tales dimensiones, acabaría por aplastar el Consistorio, o se volvería en rebeldía contra sus creadores. El tiempo, poco a poco, fue poniendo las cosas en su sitio. Primero tropezó el Vidal, luego quisieron hacer caer a la Arribas y al fin, los que mandan, es decir la mayoria de la UPG, colocó a la de cultura al frente de la situación. Además, el ascenso político del doctor Mata, aunque parco en palabras, mejoraba las expectativas, con un tono un tanto conciliador, de una situación que de no tornar a mejor, se les vendría encima inexorablemente.




Lo que no puedo asimilar con tranquilidad es que ahora, después de admitir a trámite la fiscalía unos supuestos hechos delictivos, se ponga en cuestión el trabajo y dedicación de este gobierno municipal. Demasiadas veces queremos convertirnos en jueces de turno, creo yo, y hacemos juicios de valor sin más ni más. Poco me importa, que ahora la oposición del Partido Popular quiera mostrarnos su cara amable, acusando a Mata de falta de honradez, sobre quién todavía no hay ninguna sentencia firme, dictada por un juez. Por otra parte, hace falta tener mucha imaginación para intentar mostrarnos un panorama idílico de lo sucedido. En un país donde no dimite nadie , si no se ve forzado a ello, no me parece sensato que el todavía Teniente Alcalde nos quiera dar muestras de honradez con su dimisión. ¿Es que no se sabe defender de otra forma?. De la honradez no se hace alarde ante los demás, se es, o simplemente no se es. Me resulta chocante que uno quiera defenderse, acusando a los demás de la deshonra que supuestamente llevan por montera. Y inexplicablemente, puedo constatar que es una práctica habitual entre nuestros políticos; por eso algunos confunden corrupción, con echarse los trastos a la cabeza. En fin, que si alguien dudara de la honestidad del Sr Mata en su fuero interno, y tuviese la osadía de decirlo a todos, todavía existen vías legales para restaurar su deshonra, sin tener que llegar a los dolorosos duelos apadrinados de la antigüedad. Con todo, dicen que no hay mal que por bien no venga, y quién le iba a decir a la número ocho de la lista del BNG que de tanto tirar de la lista, le iba a tocar a ella ser Concejala los últimos seis meses de gobierno municipal. Sorpresas que nos da la vida, ya que a muchos no les queda más remedio que improvisar: a salto de mata.